04/03/2013 Un día para no olvidar, mi primer día en urgencias.
Comienzo un rotatorio, un rotatorio nuevo, distinto y a la vez repleto de experiencias fascinantes.
Hoy, he culminado mi primer día del rotatorio de clínica avanzada III en el servicio de urgencias del Hospital
Universitario de Alcorcón. Era la primer vez que visitaba dicho hospital, por lo cual me encontraba algo desubicado y confuso.
En primera estancia, nos recibió la profesora vinculada, la cual nos llevó a conocer un poco el hospital y más concreto el servicio al que estábamos destinados a ir.
La unidad se encuentra dividida en varias estancias. Hay diversos servicios para tratar a diferentes tipos de pacientes dentro del servicio de urgencias que iré describiendo.
La verdad es que la distribución del servicio de urgencias, en primera estancia, me ha parecido bastante difícil. Quizá porque soy nuevo allí, o porque en realidad tiene un entramado complicado, pero sinceramente pienso que debería estar mejor estructurado. No solo por el personal que piense de la misma forma que yo, si no por el hecho de ser una zona transitada por pacientes y familiares que en su mayoría no conocen el recinto.

En principio, antes de comenzar con este rotatorio, tenía una idea muy distinta de la urgencia de la que he podido comprobar. Tenía la imagen de un lugar en el cual se tenía una carga excesiva de trabajo, lo cual impedía proporcionar una serie de cuidados mínimos para el confort del paciente. Si bien es cierto, no se tiene el mismo tiempo que en otro tipo de plantas para atenderle en su totalidad desde las 3 esferas (bio-psico-social), pero he podido comprobar, que si se toma en serio si que se puede conseguir bastante.
Al terminar mi primer día, mi percepción sobre esta unidad ha cambiado por completo. Como he mencionado tenía una imagen predeterminada, y al terminar tengo otra muy distinta. Puede que sea por el día que he tenido hoy (ya que solo llevo uno), pero me he dado cuenta que hemos podido tener tiempo tanto para realizar las técnicas necesarias, como para comprobar el bienestar de los pacientes e impartir otra serie de cuidados, y eso me ha agradado.
El servicio donde me han ubicado hoy ha sido traumatología. La enfermera con la que he estado me ha ido explicando todo lo que veíamos, por lo que me ha ayudado bastante a aprender ciertas cosas.
Al principio, solo teníamos un paciente que ingresó por un hematoma en el cuádriceps, para el cual el plan consistía en administrar analgesia intravenosa y esperar a que se reabsorbiera solo. Por ello, a primera hora de la mañana me había hecho una idea totalmente falsa de la urgencia traumatológica, pensando que no venían apenas pacientes. Sin embargo, a medida que avanzaba la mañana, han ido viniendo, bien por cortes, bien por fracturas y esguinces... lo cual ha madurado un poco mi forma de pensar sobre la unidad. Me he llevado una grata sorpresa y alegría al ver que a media mañana no paraba de hacer cosas y de aprender cómo se hacían, que es lo que en un primer momento yo quería.
Sin embargo, siendo el primer día todavía me sentía confuso. Normalmente en otras rotaciones se comienza con una presentación del centro y de la unidad y es mucho más tranquilo, ya que nos dedicamos más bien a observar. Pero en este primer día de urgencias, hemos comenzado a realizar las cosas desde un primer momento como si llevásemos ya una semana. Por ello, ha sido todo un poco caótico, ya que no sabía bien cómo funcionaba el equipo.
De hecho, debido a esto, he tenido una anécdota graciosa que me ha ocurrido en la ''sala de yesos'' que es donde se realizan las técnicas de traumatología. Como no tenía mucha idea de la dinámica de trabajo en la unidad, no sabía que allí se encontraban médicos de familiar que tenían consultas privadas con sus pacientes en dicha sala. Por ello, ha habido un momento de la mañana que uno de los doctores ha recibido a un paciente suyo y ha comenzado la consulta, con la mala o buena suerte de que en aquel instante me encontraba allí. Me pareció interesante lo que oía así que me quedé observando, y cuando finalizó, la enfermera con la que me encontraba me dijo que se trataba de una consulta privada. Me sentí bastante ridículo ya que se notaba a distancia que era nuevo, pero por otra parte, ya que no me echó nadie la bronca por ello, tuve la suerte de presenciar una consulta muy enriquecedora, y ello me alegra.
A lo largo de la mañana tuve otros muchos pacientes a los cuales la mayoría de veces había que sacar analítica, gasometría y administrar medicación. Para ello lo más lógico es coger una vía venosa periférica y directamente de ahí obtener las muestras. En principio coger una vía solo es más fácil a mi parecer, sin embargo, el hecho de tener que cogerla, rellenar los tubos de analítica y de gasometría y después fijarla complica bastante la tarea. Tanto es así, que la primera vez que lo he intentado me he sentido bastante inútil porque la enfermera me ha tenido que ayudar para casi todo. Además, como es un servicio de urgencias, lo lógico es hacerlo algo más rápido por si viene mucha gente de golpe tener más tiempo, pero yo he tardado bastante porque no estaba nada acostumbrado. De hecho, al haber tardado un poco me he sentido un poco mal conmigo mismo. Pero también hay que hacer un poco de autocrítica y ver lo que se hace mal para la vez siguiente hacerlo mejor. De hecho, las 3 siguientes me han salido mucho más rápido y a la primera, lo cual me alegró bastante ese primer intento.

Por último, me gustaría hacer mención a una técnica que he tenido la oportunidad de ver y que nunca antes había presenciado. La paciente era una mujer mayor que presentaba fractura de la cabeza del fémur, la cual se encontraba astillada y provocaba dolor cerca de la pelvis. La mujer se encontraba sin dolor en reposo pero al moverse sí tenía. Hubo un momento que al realizarla un electrocardiograma y poner los electrodos en la parte anterior del cuádriceps la hice bastante daño, lo cual me hizo reflexionar que en ese momento no la traté bien en cuanto a cuidados de calidad se refiere. Me sentí un poco mal porque por mi culpa sintió bastante dolor en aquel momento y no tenía por qué. Después del electrocardiograma y varias otras pruebas que tuvimos que hacerlas, por orden médica se pauto una tracción blanda en la pierna afectada (técnica que me interesó mucho). La técnica consistía en poner un vendaje especial a los laterales de la pierna y después realizar un vendaje en cilindro con otro tipo de venda que cubriese hasta casi los pliegues de la pelivis. El vendaje lateral termina en la planta del pie en una especia de cordón que hay que atar a algo pesado para provocar tracción y a la vez mantener la línea de la cadera recta con la pierna.

He de hacer especial hincapié en la tendencia positiva que tiene la enfermera con la que me he encontrado en explicar las técnicas a los pacientes y preservar su intimidad ya sea con las cortinas, las puertas o los biombos. De hecho, tanto ahora como alumno como en un futuro, espero que nunca se me olvide hacerlo, porque son funciones que también debe de realizar un enfermero y que son cruciales para que los pacientes se sientan respetados.
A groso modo, este ha sido mi primer día, algo caótico y confuso, pero a su vez bastante productivo y enriquecedor a mi parecer.
Al leer esta primera entrada me hago una idea de como ha sido este primer día.
ResponderEliminarPara la elaboración del blog es mejor que elijas un tema y profundices en él, buscando bibliografía que debes adjuntar correctamente refenciada. Así durante esta semana elige un par de temas que te llamen la atención ya sean relacionados con el área por donde estas rotando (trauma y cirugía) o que te resulten importantes (algún paciente en concreto, una situación conflictiva a la que te hayas enfrentado...)
Animo!!.
Me encantó tu blog, todo lo que vivías era como lo que me pasa. Estoy muy emocionada por ue continúe la historia, enfocate full a urgencias!!! Y nos cuentas tu experiencia, yo feliz de ver je alguien mas se impacta de todo como yo jajaja. Saludos desde Chile!!!
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